El lunes charlamos con Oboi Reed, co-fundador de Slow Roll Chicago, quien está visitando Bogotá y Medellín para aprender sobre la relación entre la planificación para la bicicleta y el trabajo contra la pobreza y la violencia que estas ciudades han realizado.
¿Qué es Slow Roll Chicago? ¿De dónde viene el nombre?
Slow Roll Chicago es un movimiento ciclista local que tiene como objetivo conectar a diversas personas, utilizando la bicicleta como un vehículo para la transformación social y la mejora de nuestros comunidades. Nuestra visión es el uso equitativo de la bicicleta por todas parte de Chicago con respecto a cuestiones de raza, ingreso y geografía. Vemos la bicicleta como un modo de transporte que contribuye a la reducción de la violencia, la mejora de la salud, la creación de empleos y al final comunidades más habitables. Trabajamos principalmente en los barrios Latinos y Afroamericanos del lado sur y lado oeste de Chicago, comunidades de bajos y medios recursos.
Slow Roll Chicago es parte de un movimiento mundial que se estableció en Detroit en 2010 para crear una comunidad a través de la bicicleta y permitir que la gente imagine y experimente la ciudad de otra manera. Creamos Slow Roll Chicago en septiembre de 2014. El nombre»Slow Roll» es bien parecido a la descripción que me dieron de Despacio. Nos centramos en la experiencia, el viaje, no el destino. La idea es que las personas montan la bicicleta en comodidad y paz, disfrutando el momento y el entorno.
¿Cuál es su enfoque al activismo y la promoción de la bicicleta?
Como les conté, nuestro enfoque es la equidad y la distribución equitativa de recursos para la bicicleta en Chicago (en términos de infraestructura, programas y financiación). Creemos que las personas que más necesitan la bicicleta y que pueden beneficiar más de ella deben recibir más apoyo. En el caso de Chicago, estamos hablando de comunidades de color de recursos bajos y medios. Sin embargo, la promoción y cultura ciclista en las ciudades estadounidenses a menudo se concentra en las personas blancas de ingresos medios y altos.
Trabajamos en cuatro áreas. Primero, hay los ciclopaseos comunitarios, que tienen lugar los miércoles por la noche con residentes y organizaciones de la comunidad. En segundo lugar, realizamos campañas de promoción que resaltan la importancia de la bicicleta en comunidades de color para enfrentar la violencia, crear empleos y abordar las desigualdades en la salud. Para nosotros, la bicicleta es un vehículo social que puede generar confianza entre personas y transformar los barrios en lugares donde las personas realmente quieren vivir. Luego tenemos un programa de liderazgo juvenil bikeSHFT, que emplea las bicicletas BMX y el hip hop para capacitar la próxima generación de defensores y activistas de la bicicleta y la comunidad. Por último, estamos encargados de divulgar el programa Divvy for Everyone (D4E) en toda la ciudad. Divvy es el sistema de bicicletas públicas de Chicago y D4E busca que el sistema sea más asequible y accesible para los ciudadanos de bajos recursos.
En los Estados Unidos existe la inclinación de ver las ciudades europeas como Copenhague como ejemplares de la planificación y promoción de la bicicleta. Pero la realidad es que nuestra población destinataria (personas afroamericanas y latinas de bajos y medios recursos) no se identifica tanto con estas ciudades. Por motivos históricos y culturales, creo que a ellos les interesa más una ciudad como Bogotá y su enfoque de justicia social en la promoción de la bicicleta. Quiero que más gente de Chicago y otras ciudades estadounidenses visite a Colombia como un modelo para mejorar la movilidad urbana sostenible. ¡La comunidad Despacio ahora es parte de la familia de Slow Roll Chicago entonces ustedes también están muy bienvenidos a montar en bicicleta con nosotros en Chicago!
Se puede encontrar más información sobre Slow Roll Chicago en www.slowrollchicago.org
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