No vamos a negarlo: estamos muy orgullosos de nuestro trabajo en el 2020 (siempre lo estamos, pero, dadas las circunstancias, es importante celebrar más de lo normal). En un año en el que en el mundo entero nos tuvimos que adaptar a una nueva forma de vivir y trabajar, es muy alentador ver que nuestros proyectos continuaron, sacamos más ideas a la realidad y nuestro esfuerzo por mejorar el bienestar de las personas en las ciudades se hizo más tangible (incluso en la virtualidad). Empecemos con este breve resumen de nuestro 2020.
Por los niños, niñas y adolescentes
Como algunos sabrán, en octubre del año pasado, junto a la Alcaldía de Cali y el World Resources Institute y dentro del marco del proyecto Vivo Mi Calle, lanzamos una ruta segura para caminar y pedalear en el barrio Poblado II de Cali. En marzo, tras consultarlo con personas de la comunidad, empezamos a ver los resultados de esa intervención (pueden leerlos aquí y aquí). Pese a la pandemia, continuamos apoyando a la comunidad a través de dinámicas virtuales y una campaña de crowdfunding para dar mercados a las familias más afectadas. Y en los últimos meses trabajamos en la implementación de la ciclorruta “Vivo Mi Cali”, compuesta de un trazado que une dos partes de la ciudad y que mejora la salud física, mental y social de niñas, niños, adolescentes y jóvenes de Cali.
Además del gran trabajo que está haciendo nuestro equipo de Cali, en Bogotá también realizamos el proyecto “Jóvenes por la Vida”, para el cual innovamos en métodos de participación (por medios de sondeos y la primera carrera de observación virtual en Colombia). Con estos proyectos, buscamos promover la participación y apropiación de los niños, niñas y adolescentes en iniciativas de seguridad vial y movilidad segura y sostenible.
Por la seguridad vial vehicular
Por allá en febrero, después de varios meses de trabajo tras bambalinas, lanzamos la campaña “Carros Más Seguros”, nuestro esfuerzo por informar y abogar por mejores estándares de seguridad vial vehicular. Con el apoyo de Global Health Advocacy Incubator y Global Road Safety Partnership, este ha sido un año clave para avanzar en la legislación sobre seguridad vial vehicular y la posible adhesión de Colombia al foro WP.29. Realizamos varios talleres, conversatorios y actividades. El próximo año continuaremos con algunas publicaciones y eventos junto con la Universidad de los Andes, la Universidad Javeriana y Dejusticia.
Un paréntesis: la llegada de la pandemia
Llegó la pandemia y la cuarentena, y nos tuvimos que adaptar. La incertidumbre de si esto duraría mucho o poco fue afectando nuestra forma de trabajar. El 16 de marzo fue nuestro último día en la oficina de la 82 con 19. Ese día tuvimos una reunión para establecer parámetros de teletrabajo y nos lanzamos a la virtualidad. Desde ese momento, repensamos nuestra forma de trabajar, realizamos encuestas para mejorar el teletrabajo, creamos algunas dinámicas para mantener una buena comunicación entre los equipos de trabajo, e incluso en noviembre realizamos un experimento de trabajar solo cuatro días a la semana. Aunque no éramos expertos en el uso de Zoom ni muchas otras herramientas digitales, aprendimos, hicimos talleres, webinars y conversatorios en línea. De hecho, empezamos nuestra serie de webinars llamada “Diálogos sobre ciudades y movilidad”.
También participamos en algunas iniciativas para promover el autocuidado y la movilidad sostenible durante la pandemia. A finales de marzo, financiamos junto a NUMO el préstamo de 400 bicicletas eléctricas de MUVO a funcionarios del sector salud. Y en mayo hicimos un foro junto a Cities Finance Facility para responder a la pregunta “¿Cuál puede ser el rol de la bicicleta en tiempos de crisis?”.
Por la movilidad sostenible y segura
Como era de esperar, durante el 2020 continuamos trabajando por la movilidad sostenible y la mitigación y adaptación al cambio climático. Gracias a la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), a distancia trabajamos en la coordinación y asistencia técnica de ocho proyectos en Latinoamérica. También nos empezamos a especializar en un tema muy interesante y de mucho impacto en el transporte: la logística urbana. Específicamente, trabajamos en el proyecto EcoLogistics, el cual busca promover la sustentabilidad en toda la cadena productiva de la logística urbana, fortaleciendo la capacidad institucional de los gobiernos de seis ciudades latinoamericanas. Ya finalizando el año, empezamos, junto a la Secretaría Distrital de Movilidad, el Grupo Banco Mundial y Logyca, la implementación de un piloto de bicicletas de carga con el que esperamos reducir los problemas de movilidad, contaminación y la operación en la distribución.
Por una perspectiva de género
Nuestra preocupación por ciudades pensadas para todos y todas se vio reflejada en varios proyectos que realizamos y seguiremos implementando en el 2021. Uno de nuestros grandes proyectos de este año se vio marcado por la pandemia. El Programa Lideresas Urbanas, que estaba pensado para realizarse de manera presencial, se transformó en nuestra primera gran experiencia en docencia virtual. El programa, que realizamos junto a Mujeres en Movimiento, la Agencia Francesa de Desarrollo y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), y con el apoyo del Programa Euroclima+, la Iniciativa TUMI de la GIZ, Red Ciudad Futura y la Universidad Central de Chile, terminó como un completo éxito. Participaron 60 mujeres y esperamos que el programa haya sido el inicio de un camino hacia una planeación y gobernanza del transporte más femenino e incluyente.
Experimentos, otros proyectos y publicaciones
Entre todos los proyectos que ejecutamos, también hubo tiempo para experimentos, proyectos chéveres y publicaciones. Como ya lo mencionamos, uno de los experimentos fue la semana de cuatro días laborales, pero también hubo otros como la Salida a la Nevera Calidosa, las encuestas de percepción sobre las labores de cuidado, de teletrabajo, de movilidad durante la pandemia y más. Desarrollamos e implementamos tres proyectos chéveres (que son proyectos propuestos por integrantes de Despacio en su primer año en la organización) y uno de ellos culminó con una intervención artística en el Colegio El Carmelo (pueden ver un video muy chévere del proyecto aquí).
En cuanto a las publicaciones, nos alegramos de haber lanzado “Las Mujeres y el transporte en Bogotá: las cuentas”, “Transporte urbano sostenible en América Latina”, “Montería Pedalea: manual de ciclismo urbano” y la “Guía de Implementación de Sistemas de Transporte Sostenible no Motorizado para Perú”.
Como verán, este fue un año de mucho aprendizaje, mucho trabajo y mucha incertidumbre. Ahora, ¡que venga el 2021 con más retos, oportunidades y logros para nuestro pequeño gran equipo, y todas las personas, instituciones y ciudades con quienes trabajaremos! Muchas gracias a todas por acompañarnos en este camino.
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