¡No más mártires del tránsito!
A notícia da morte da Marina foi um baque no meu peito. Daquelas notícias que te tiram o chão e que você demora em acreditar no que está lendo. Não fomos pessoas muito presentes uma na vida da outra, mas tivemos um encontro tão intenso e bonito que me fez querer escrever para fazer jus a esta memória.
Eu conheci a Marina antes de ela me conhecer. Li seus trabalhos sobre gênero e bicicleta em São Paulo, sua pesquisa de mestrado, e tinha o nome dela no meu radar. Em 2018 quando a Secretaria da Mulher de Bogotá me perguntou nomes de especialistas no tema, nao titubiei em enviar o nome dela porque sabia que a iam convidar. E, na verdade, dei o nome dela porque eu queria conhecê-la. La fui eu então ver sua apresentação e no final me acerquei para me apresentar. Uma cara de pau que reservo para poucas pessoas que admiro.
E foi amizade a primera vista. Saímos dali pra jantar, tomar umas cervejas, no dia seguinte passamos o dia todo andando de bicicleta por Bogotá na ciclovia de domingo. Quando fui a São Paulo saímos pra tomar um sorvete e umas cervejas no Largo da Batata. O tempo fluia de manera tão leve, o papo rolava solto, era tão interesante escutá-la. E depois, da distancia, me deleitava lendo ela no Twitter. Era uma tuitera de primera. Sempre sarcástica. Rindo de si mesma. Inteligente. Brilhante.
Não consigo acreditar que a levaram. Dessa maneira tão violenta, tão pouco humana. Era muito jovem. Lutava exatamente por aquilo que a matou. Não queremos mártires, que morrem por suas causas. Não temos que ter mártires no trânsito. Queremos cidades más seguras, ruas para pessoas e bicicletas, vida para outras ciclistas como Marina. Queremos justica para Marina.
Que tristeza te perder Marina. Que grande dor no peito.
Que você descanse em paz sabendo que fez muita diferença na vida de muitas pessoas. Que sua família e amigos próximos fiquem em paz sabendo que vc era luz aqui também.
La noticia de la muerte de Marina me golpeó en el pecho. De esas noticias que te jalan y que tardas en creer lo que estás leyendo. No éramos personas muy presentes en la vida de la otra, pero tuvimos un encuentro tan intenso y hermoso que quise escribir esto para estar a la altura de su recuerdo.
Conocí a Marina antes de que ella me conociera a mí. Leí su trabajo sobre género y ciclismo en São Paulo, la investigación de su maestría, y tenía su nombre en mi radar. En 2018, cuando la Secretaría de la Mujer de Bogotá me pidió nombres de expertas en el tema, no dudé en enviar su nombre porque sabía que la iban a invitar. Y de hecho, di su nombre porque quería conocerla. Así que fui a ver su presentación y al final me acerqué para presentarme. Con una cara que solo reservo para las pocas personas a las que admiro.
Y fue amistad a primera vista. Salimos de allí a cenar, a tomar unas cervezas, al día siguiente pasamos todo el día pedaleando por Bogotá en la ciclovia de domingo. Cuando fui a São Paulo, salimos a tomar un helado y unas cervezas en Largo da Batata. El tiempo paso con tanta ligereza, la conversación fue fluida, y fue tan interesante escucharla. Y luego, desde la distancia, disfruté leyéndola en Twitter. Fue tremenda tuitera. Siempre sarcástica. Riéndose de sí misma. Inteligente. Brillante.
No puedo creer que se la hayan llevado. De una manera tan violenta, tan inhumana. Ella era demasiado joven. Ella estaba luchando exactamente por lo que la mató. No queremos mártires, que mueran por sus causas. No es necesario que haya mártires del tráfico. Queremos ciudades más seguras, calles para personas y bicicletas, vida para otras ciclistas como Marina. Justicia para Marina.
Qué tristeza perderte, Marina. Qué gran dolor en el pecho.
Que descanses en paz sabiendo que ha marcado una gran diferencia en la vida de muchas personas. Que tu familia y amigos cercanos estén en paz sabiendo que tú también fuiste una luz aquí.
Marina Kohler Harkot era investigadora, feminista y activista de la bicicleta. Tenía 28 años y murió atropellada por un automóvil que circulaba a gran velocidad en São Paulo en la madrugada del 8/11/2020. El conductor huyó sin ayudarla y Marina no resistió. Uno de los muchos legados de Marina fue su tesis de maestría en movilidad activa y relaciones de género (La bicicleta y las mujeres: movilidad activa, género y desigualdades socio-territoriales en São Paulo).
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