Durante el mes de agosto realizamos dos talleres titulados “Vida en las Vías” para 50 agentes de la Policía de Tránsito de Bogotá responsables por la prevención y el control en vía en la Escuela Metropolitana de Transito. El propósito de los talleres fue presentar a los agentes la problemática de seguridad vial en la ciudad, dándole énfasis a la velocidad como principal factor de riesgo. Estos talleres generaron un espacio para que los agentes encontraran soluciones para mejorar el control en vía de la velocidad y analizaran factores relevantes para su gestión.
Perspectiva frente a la seguridad vial
Los agentes hablaron sobre la forma como ellos en su labor diaria, contribuyen a la seguridad vial haciendo campañas con actores de la vía, ejerciendo ordenes de comparendo por infracciones y actividades para el mejoramiento de la movilidad.
En cuanto a los controles de velocidad, los participantes comentaron que los hacían entre la Av. Boyacá, la Av. 68 y la Av. de las Américas. En relación a las zonas residenciales afirmaron que el límite de velocidad que establecían era sobre 25Km/h. También discutieron los pasos a seguir al momento de multar a una persona que ha infringido el límite de velocidad. Esta discusión llevó a hablar críticamente sobre las leves consecuencias penales de este tipo de infracción.
Para los agentes que muchas personas no conocen el límite de velocidad en la ciudad pues muchos piensan que andar sobre 80 km/h en la ciudad es normal y permitido, y a más de 120 km/h en carreteras. Con respecto al impacto que tiene la velocidad sobre la seguridad vial, los agentes afirmaron que la velocidad disminuye la capacidad de reacción tanto del conductor como de otros actores viales y que los siniestros con vehículos a altas velocidades resultan en menor probabilidad de sobrevivientes.
Control en vía de la velocidad
Los participantes se dividieron en grupos para discutir sobre ¿Qué le dirían a un conductor que ha excedido el límite de velocidad en una calle residencial con tres jardines infantiles? La idea del ejercicio era encontrar los argumentos principales que los agentes podían utilizar para hacer entender a los ciudadanos el peligro de la velocidad.
En general, los agentes dijeron que la mejor manera de hacerles entender era planteándoles a los conductores una situación en la que ellos fueran víctimas de un siniestro, con preguntas como: ¿Cómo se sentiría si fuera su hijo el que ha sido atropellado? De igual forma, afirmaron que otra manera de concientizar a la ciudadanía era hablándoles sobre datos específicos sobre los riesgos de la velocidad, como por ejemplo ¿Sabía usted que ser atropellado por un vehículo que va a 80 Km/h es equivalente a saltar del noveno piso de un edificio? Por último, los agentes argumentaron que era necesario mejorar y aumentar la tecnología relacionada con detección de velocidad.
Conclusiones
Es importante resaltar que en general los agentes de tránsito consideran que la mejor manera para lograr reducir los siniestros de tránsito por infracción del límite de velocidad, es el aumento de las zonas de control en vía. De igual forma, creen que las ayudas tecnológicas son fundamentales para que exista mayor control. Pudimos darnos cuentas que es importante continuar con este tipo de discusiones pues resultan ser una buena manera de explicar la problemática de la velocidad a la Policía de Tránsito, siendo uno de los actores más importantes e influyentes en este contexto.
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