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“¿Iba tan rápido?” Lo que un peatón piensa sobre la velocidad de los carros

By 26 abril, 2017 No Comments

Como no tenemos un velocímetro muy preciso en nuestro cerebro para velocidades altas, no estamos seguros si todos sabemos qué tan rápido nos parece que va la gente en las vías. Para responderlo, preguntamos a la gente en una calle específica.

En el marco del evento “Todos somos la Séptima”, organizado por el MoviLab de la Universidad Jorge Tadeo Lozano y la Universidad Piloto de Colombia, Despacio hizo un experimento en que invitamos la ciudadanía a evaluar la velocidad de los carros que pasaban sobre la Avenida El Dorado con Séptima. Con un radar, calculamos la velocidad real en que pasaban los carros y 30 peatones adivinaron a qué velocidad iban estos mismos carros. Abajo los resultados que muestran la velocidad real de cada carro y la velocidad que los peatones adivinaban.

Figura 1 Resultados experimento – velocidad real y percibida (adivinada)

El promedio nos muestra que la mayoría de las personas no tiene noción de cuán rápido van los carros, ya que el promedio de la velocidad real fue 61km/h, mientras que el promedio de la velocidad percibida fue 48 km/h. Según esto, la gente piensa que los automóviles pasaban más despacio de lo que realmente iban.

Después de preguntarles por la velocidad de los automóviles, les compartimos información sobre las lesiones derivadas del impacto del carro a esta velocidad a un peatón – lo hicimos con un dibujo que mostraba esto como si fuese una persona cayendo de un edificio, como lo muestra la siguiente ilustración (a mayor velocidad = mayor altura del edificio). La gente entiende el peligro de la velocidad más claramente con este ejemplo.

Figura 2 Lesiones por impacto según velocidad, en modo «caída de edificio»

Como conclusión, pudimos percibir que los carros iban, en promedio, a mayor velocidad que lo que pensaban los peatones que participaron del ejercicio y que los peatones desconocían la gravedad del impacto que causa el exceso de velocidad. Es decir, nuevamente encontramos que los seres humanos no percibimos bien las altas velocidades, y esto es básicamente porque nuestro cuerpo no sirve para ir rápido y es peligroso hacerlo. El ejercicio también demostró que tampoco tenemos noción de la gravedad de ser impactado por un carro a altas velocidades. Falta saber si quienes conducen el automóvil saben a qué velocidad van y el riesgo que piensan que tiene ir a una velocidad alta.

Este y otros temas se discutirán el 9 de mayo de 2017 en CCB Chapinero en el evento «Rápido pero Tarde» – información aquí.

Escrito por Marina Moscoso, Carlosfelipe Pardo y Lina Quiñones.