El río Hai en Tianjín. La cuenca del río también alberga Pekín. Las dos ciudades tienen una población combinada de 30 millones.
El post de la semana pasada se trataba de la sequía actual en el suroeste de los Estados Unidos. Allí la expansión residencial ha llevado a un tremendo desperdicio de agua y al agotamiento de las aguas superficiales y subterráneas a través de la irrigación y la construcción de represas. Pasamos ahora a hazañas más extremas de la ingenería civil en China del norte.
Parte II: China del norte
Las llanuras del norte y nordeste de China están experimentando su peor sequía en 60 años, que ya les ha costado $ 1.2 mil millones en pérdidas a los agricultores. La llanura norte de China es una de las regiones más densas y pobladas del mundo. Es hogar de Pekín y Tianjín, la segunda y cuarta ciudades más pobladas de China, además de veinte ciudades con más de un millón de habitantes. Una población así de grande requiere un suministro de agua enorme para usos domésticos, industriales y agrícolas. China posee una de las mayores cantidades de recursos hídricos internos renovables en el mundo, pero estos no se distribuyen de manera uniforme entre las diferentes regiones. El norte de China contiene solo alrededor de una quinta parte del agua superficial del país y en algunas partes, los recursos hídricos renovables per cápita son tan bajos como 500 m3, menos de una décima parte del promedio mundial. Pese a esta escasez, el desperdicio doméstico del agua en las ciudades es un gran problema, en parte, como consecuencia de los mismos factores de expansión urbana que afectan al suroeste de los EEUU. Sin embargo, dado que el 70% del uso de agua de la región proviene de la agricultura, el derroche urbano claramente no es el principal culpable.
Para satisfacer las demandas de una población en crecimiento, se estima que China necesita aumentar la producción agrícola total en un 30% para 2030, lo que requiere un suministro de agua aún mayor. Las secas llanuras del norte contienen un 65% de la tierra cultivada del país y producen la mitad de sus granos. Igual como en el suroeste de los EEUU, el desequilibrio crónico de demandas productivas y abastecimiento de agua llevaba a proyectos de irrigación masiva y a la minería del agua subterránea. En algunas partes del norte de China, cerca de dos tercios de la extracción de agua provienen de los acuíferos (capas o corrientes de agua subterráneos). La extracción de la cuenca del río Hai, que alberga Pekín y Tianjín, ha provocado una disminución del acuífero de hasta 8.8 km3 por año. Para abordar el problema crónico de la escasez de agua, el gobierno chino comenzó un proyecto masivo de desviación del agua. Este implica unos 2 400 kilómetros de canales para llevar agua desde la zona sur, rica en agua, hacia el norte más seco; el proyecto más grande de este tipo en la historia mundial. Además de los costos de construcción—una estimación fue de $ 62 mil millones—y el desplazamiento de hasta medio millón de personas que viven cerca de las zonas de construcción, existen preocupaciones sobre el efecto que tendrá este megaproyecto en los acuíferos y las cuencas hidrográficas del sur de China. Cabe mencionar que el gobierno chino tiene la intención de utilizar el proyecto de desvío del agua norte-sur para estimular las centrales eléctricas de carbón en el norte, que realmente competirían con los agricultores por el agua.
Asimismo, el proyecto evita temporalmente un problema más serio del consumo no sostenible del agua y la contaminación causada por la agricultura y la industria. Y debido a que la población, la economía y la industria siguen creciendo en el norte de China, es probable que este aplazamiento no dure mucho. Parte del problema es la ineficiencia. Los sistemas de riego y los procesos industriales en China son ineficientes en comparación con otros países, lo que causa una baja productividad agrícola de $3.6 por metro cúbico de agua y un tremendo desperdicio. The Economist criticó los subsidios grandes del agua en China como la causa principal de esta ineficiencia, argumentando que no hay ningún incentivo para consumir con prudencia. Esto puede ser cierto, pero aumentar los precios al nivel del mercado también podría conducir al acceso desigual al agua, permitiendo que familias y granjas ricas desperdicien mientras las más pobres vivan con mucho menos. Tal vez el mayor problema radica en el suministro de agua: los principales ríos del país están tan contaminados que el 80% de ellos no son aptos para los peces y solo el 3% de las ciudades tienen agua subterránea limpia. La contaminación de las aguas superficiales que resulta de pesticidas, fertilizantes, desechos industriales y aguas residuales inadecuadamente tratadas conduce a la extracción insostenible de agua subterránea.
Mientras que los recursos hídricos se disminuyen en el norte del país, el gobierno chino está arriesgándose con un proyecto costoso de desviación que dañará a los ecosistemas y comunidades del sur sin abordar las causas originarias de la escasez. La contaminación a este nivel limita drásticamente el suministro de agua utilizable. La ingeniería civil y la liberalización del mercado de agua no cambiarán este hecho fundamental.
Para la próxima semana: Una de las minas de carbón más grandes de Colombia gasta 17 millones de litros de agua cada día mientras los habitantes de la región intentan sobrevivir con menos de uno.
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