CiudadClima

La sequía y el desarrollo urbano

By 20 enero, 2015 No Comments
Drought caused water shutoffs in Los Angeles (2009)

Una sequía causó cortes de agua en Los Angeles (2009)

2014 fue el año más caliente en la historia registrada y en algunos lugares fue el más seco. Hay tres tipos de sequía—meteorológica, hidrológica, y agrícola—y cada una tiene un complejo conjunto de causas. El cambio climático es una causa principal de las sequías actuales debido al aumento de las temperaturas y las interrupciones del ciclo hidrológico, pero culpar únicamente a ese factor oscurece el problema más tangible del abuso del agua y puede ser, según la activista Maude Barlow, una excusa para que los gobiernos no hagan nada. El desarrollo urbano no sostenible y los procesos productivos que lo apoyan, fomentan y agravan las sequías actuales en el suroeste de los Estados Unidos, las llanuras del Norte de China y la costa caribeña de Colombia.

En esta serie de tres posts, llamada «La sequía y el desarrollo urbano,» se busca analizar estas tres regiones como estudios de caso, centrándose en un factor causal en cada uno: la expansión residencial, la agricultura y la minería del carbón, respectivamente. En todos los ejemplos las prácticas con fines de lucro a corto plazo provocan el agotamiento y la contaminación de aguas superficiales y subterráneas. Desafortunadamente, las soluciones propuestas son igualmente miopes.

Parte I: Suroeste de los Estados Unidos

Drought on Lake Mead, Nevada

La sequía en el Lago Mead, Nevada

Durante los últimos cincuenta años, el suroeste de los Estados Unidos (considerando aquí a Arizona, Nuevo México, Nevada, Utah y el sur de California) experimentó la tasa de crecimiento demográfico más elevada del país. La población de la región se sitúa actualmente en torno a 36 millones, y en Arizona- el ejemplo más extremo- su población aumentó de 756 000 en 1950 a 6.5 millones en 2012. Es también la región más seca de los EEUU; Nevada y Utah respectivamente reciben 23 y 33 centímetros de lluvia al año. El suroeste se encuentra actualmente en medio de tres años de sequía y muchos predicen que seguirá por más tiempo. En un estudio reciente, se pronostica en un 80% de probabilidad que la sequía durará una década y tiene entre 5 y 10% de probabilidad en durar medio siglo.

Que esta explosión demográfica haya sucedido en un desierto es solo una parte del problema. La otra es la expansión (sprawl), el modo dominante de desarrollo residencial en el suroeste. La expansión se caracteriza por el desarrollo de baja densidad, manzanas grandes, y la separación geográfica de las actividades residenciales, comerciales, recreativas y laborales, todos los cuales implican el uso del automóvil y las infraestructuras relacionadas. La baja densidad y el tamaño grande de las manzanas están altamente relacionados con el aumento del consumo de agua, principalmente debido a un mayor uso externo del agua y el riego del césped. También son muy comunes en el suroeste los campos de golf y los parques acuáticos, instalaciones recreativas que desperdician mucha agua. Cabe destacar que la extracción de agua doméstica en la región se incrementó 410% entre 1950 y 2000. Al reconocer que estas prácticas son insostenibles, algunos gobiernos locales y empresas comenzaron a cambiar los patrones de desarrollo y castigar a las ineficiencias de agua. El gobernador de California prohibió varias prácticas derrochadoras y la autoridad del agua de Las Vegas les paga a los residentes para que reemplacen el pasto con rocas y plantas resistentes a la sequía. Sin embargo, la atracción cultural del suburbio sigue siendo fuerte: Glendora, una ciudad próspera en las afueras de Los Ángeles, tuvo la intención de multar por $ 500 e interponer una acción penal en contra de una pareja por no regar su césped y mantenerlo verde.

Para apoyar estas prácticas e instalaciones de alto consumo de agua, los estados represaron y regaron el río Colorado, la arteria principal de la región, lo que provocó la disminución del nivel y el flujo del agua. El descenso del agua superficial llevó a las granjas y los municipios en el suroeste a minar las aguas subterráneas, drenando 53 millones de acres-pies de los acuíferos del Colorado en los últimos nueve años. Durante la sequía actual, algunas empresas privadas de perforación de pozos en California han recibido mucho dinero de agricultores para cavar más profundo en los acuíferos. A nivel mundial, los seres humanos están extrayendo agua de los acuíferos a un ritmo más rápido de lo que puede ser repuesto; se sacan alrededor de 300 mil millones galones cada día. El suroeste es un caso particularmente atroz; la extracción del agua subterránea aumentó 62 % entre 1950 y 2000 en la región, y un 324 % en Nevada específicamente. La extracción de las aguas subterráneas pospone el problema más grande del uso insostenible (sub)urbano del agua, algo así como minar de la arena petrolífera en lugar de reducir la dependencia del petróleo. Peor aún, no hay una estimación de la cantidad de agua subterránea disponible en el mundo por lo que no se sabe cuánto tiempo más podrá ser aplazado este problema.

El suroeste de los Estados Unidos requiere una solución que sea sostenible y a largo plazo a sus problemas relacionados con el agua. Por lo tanto se debe abandonar el paradigma de desarrollo residencial de baja densidad y uso intensivo de agua. Desde los años setenta, Tucson, Arizona ha sido un modelo para este tipo de transformación en la región, caracterizada por el desarrollo más denso y de uso mixto, las infraestructuras respetuosas de peatones, el reciclaje de agua y el uso de plantas nativas. El gobierno local también trabaja mucho en campañas de divulgación y educación así como incentivos para que la ciudadanía reduzca su uso de agua. Los demás municipios en la región deben seguir el ejemplo de Tucson y diseñar dentro de su entorno ambiental, en vez de extraer hasta la última gota del río Colorado para poder hacer cercas blancas en el desierto.

La próxima semana: ¿Puede el proyecto de desviación masivo resolver la crisis de agua en China?