El espacio vial es escaso en las ciudades colombianas, donde la rápida motorización sigue agravando los problemas de congestión, seguridad vial y deterioro ambiental. La promoción de la bicicleta se presenta como una solución sin controversia – hasta que la creación de espacios seguros para su utilización interviene en la circulación de los vehículos motorizados. En particular, la novedosa práctica de redistribuir el espacio vial para realizar ciclo-infraestructura a nivel de calzada ha sido controversial. Si bien esta tipología de diseño tiene varias ventajas técnicas y cuenta con aval regulatorio y legal, los conflictos políticos y sociales por el uso del espacio vial se tornan críticos para la calidad de diseño y la viabilidad política de los proyectos de infraestructura.
Frente a la necesidad de expandir y mejorar la calidad de la infraestructura ciclista en las ciudades colombianas y el auge de la ciclo-infraestructura a nivel de calzada, surge la necesidad de revisar como se ha venido implementado este tipo de infraestructura en las ciudades colombianas, evaluando críticamente sus antecedentes, propósitos y efectos, con especial atención a las limitaciones y posibilidades que enfrentan los planeadores y los impactos de la infraestructura que se ha realizado.
Presentamos este análisis en cuatro artículos. En el primer artículo posicionamos la ciclo-infraestructura a nivel de calzada dentro del cambio de paradigma de la planeación de la movilidad, y analizamos las cuestiones técnicas y sociales que acompañan su implementación.
En los siguientes artículos se muestra cómo Bogotá, Cali y Bucaramanga presentan grandes diferencias en el uso de la bicicleta y las políticas de promoción, pero coinciden en cuanto a la utilización de tipologías de ciclo-infraestructura a nivel de calzada.